miércoles, 10 de junio de 2015

Chasing cars

#Chasingcars #Teatro 
No puedo consistir en eso. No, no puede ser. No puedo resumirme sólo a eso. Sé a lo que me refiero cuando digo que me siento destrozada, que alguien se llevó mis fuerzas. Que tiré la toalla. Que no quiero dar un paso más. Sé a lo que me refiero. Sé sobre lo que gira. Ya lo se. Pero me resisto a que se lleve todos los aplausos. Esta bien. Sera una causa, pero no una suficiente. No. Y sé a lo que me refiero.
Toda mi vida construyendo desde abajo, para que de nuevo me digan y me griten y me recuerden y que me intimen a pensar; cuando ya se en lo que debo pensar. Hace años que lo hago. Pero así como pude pensarlo y discutírmelo todos estos años, me resisto a contestar que esa sea la única causa. No puede consistir en eso. Si luche tanto, grite tanto, caminé tanto. Me calle tanto, y tanto y tanto y tanto. Qué hice de poco para que se vuelva a resumir en esto? Acaso será retórica mi vida? Un ir y venir constante, un ir y venir siempre sobre la misma línea? No puede ser sólo eso. Me resisto. 
Las personas cambian, sus emociones también. Su valores quizás, o eso espero. Uno se construye, vamos! Yo me construí, y juro que siempre fueron con las intenciones de poder manipular esta mochila. Ya no la quiero, ya no me enorgullece. Ya no me hace más fuerte como muchos creen. Que pase tantas cosas, que soy positiva. Que puedo con todo, que sigo adelante. No, están equivocados.
Fueron dos para adelante y cinco para atrás. Lo peor, es que cuando crees que estas, por lo menos, en cero, están en menos veinte. Y te cae como un baldaso de agua fría. 
Se que no me mienten, se que ven mi cara, mis pocas ganas de hablar junto con mi llanto que lucha por reprimirse una y otra vez, terminando en forma de mocos y lágrimas cortas pero duras. Cortas pero que se llevan todo al pasar. 
Tanta lágrima en solitario, creyéndome que expulsando la bronca y respirando hondo, uno sale sano y limpio afuera. Pero no, o te ven llorando o te vuelven a decir que "tenes cara de". Obvio que uno se hace la boluda y le atribuye todo al cansancio universitario. Pero ni esa potencia pudo taparme. Estoy desnuda por la calle, en carne viva. La sangre tiene letras, los órganos son capítulos de mi vida, y las arterias quieren llevarse todos los aplausos con la parte morbosa de aquellos minutos. Y caminan tranquilos y saludando, esperando para la foto; mientras uno por fuera se retueeerce del dolor. Es a la inversa, ellos por dentro ríen y saludan y uno por fuera llora. Llora porque duele y llora porque acaba de entender que es hora de rendirse.
Apaguemos el reloj y encendamos las luces: ellos quieren actuar.

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