jueves, 2 de julio de 2015

Colchón de Identidades

#Colchones #Identidades #Manos #Árbol

Un colchón para tanto golpe.
Tu visita sirvió como colchón para tanto golpe.
Cuando encerrarse en una habitación funciona como la única alternativa posible ante tanto miedo. 
Lloro por el miedo. Lo manifiesto, así parece que duele menos. 
Duele igual. 

No se para qué tanta identidad, si somos desconocidos andando por la calle. 
No se para qué tanto nombre -ni hablar de apellido- si después vamos a lo seguro llamándonos eu o che, o piba o pibe.
La identidad es algo tan vacío, es tan oscuro, es tan mentiroso; que cuando nos quedamos sin aceite, porque incluso hemos luchado hasta el cansancio, recién nos sentamos y nos damos cuenta que aquélla silla con nuestro supuesto nombre, no es más que un pozo en el suelo.
Ese suelo que es lo único que tenemos. 
Que nos amortizará en caso de volver a caer.
Mira que linda sonrisa tiene. 

De piba dibujaba en árbol, y lo colgaba sobre el armario de mi habitación.
No era sólo un dibujo de un árbol tipo que podemos encontrar por cualquier calle, con su copa y su tronco.
Era un árbol sin raíces.
El famoso árbol de las identidades colegiales. 
Todos tenemos un bosque particular en nuestro patio.
Como el muerto en el placard, bue.
Pero este es árbol sin raíces que por suerte está aferrado al suelo a través de un pozo.

Que maldita moraleja. 
Como terminó siendo todo.

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