viernes, 21 de agosto de 2015

Sexo entre mujeres: manos apretadas llenas de libertad

#Massexo #Mujeres #Cuerpo #libertad

Mi acotada audiencia se hartó de darse cuenta de que me inicié en las relaciones entre mujeres. Llámese relaciones entre personas lesbianas, bisexuales, gays; qué importa. No soy fanática de los encuadramientos. Sólo me interesa el contenido de las relaciones que decidimos libre y voluntariamente tener. 
La cuestión es que descubrí un mundo diferente, otros colores, otros aromas. La vida tiene un lado que estamos dejando pasar. Pero no nos confundamos. No invito a que se homosexualicen todxs (que orgullosa estaré), sino que nos animemos a descubrir eso que nos atrae pero que va en contra de los mandatos sociales. Leáse sexo, género, drogas, comidas, bebidas, viajes, relaciones, etc. 
Es que la vida tiene un costado que nos pertenece, que nos ha sido sustraído temporalmente con riesgo a ser definitivo. 
Ese paso de riesgo a la sustracción definitiva a lo temporal depende exclusivamente de nosotros. 
En lo personal, estoy sorprendida (por decir una palabra que no me termina de convencer) de lo que me implicó tener sexo con una mujer. El tipo de relación, como se construye el sexo, la forma de tocar, hasta de besar. Todo es igual y distinto a la vez. 
La cuestión de piel no responde al mismo sexo sino a entendernos como iguales a pesar de nuestras igualdades evidentes. Considerar la existencia de la otra como una persona que también goza, que también se excita y que también se toca. Que la fuerza no proviene de un solo polo, que la penetración no es lo más importante, que tenemos todo un cuerpo esperando ser acabado. 
Que ambas somos activas y pasivas. Y si querés, también te digo que somos neutras. 

La mirada: herramienta de poder. Capaz de transportar un peso impresionante de deseo, de lujuria, de excitación. Es impresionante. 
Uno aprende a descubrir su propio cuerpo y el de la otra persona con similares características anátomicas. Se tiene respeto del otro, se es consciente de que el otro existe. 
El acto sexual no termina ni empieza. Sucede. Depende de las fuerzas y de cuánta agua nos haga falta para seguir o para conservar la salud, o incluso para anhelar el próximo. 
No hay arriba ni abajo, hay vueltas. Hay cruzamientos, 
Agarrarse de las manos, con fuerzas; tirando en direcciones opuestas. Por favor! cuanta excitación. 
Cuerpos cruzados, entre otras formas, en V, donde el punto de encuentro es nuestra zona más erógena. La concha, la vagina, la parte externa de nuestro órgano reproductor. Llámese como quiera y como se la dejen indicar. Una de costado, otra boca arriba. Las manos agarradas, con fuerza, con mucha fuerza. A más placer o a más búsqueda de placer, más se tironea.  
Los músculos hablan. Una se observa la panza y cómo lucha para mantenerse en posición, y a la vez permitirle a sus brazos coordinar con la mano y mantener la carga sobre ella. La cabeza otro poco, tirándose para atras, para adelante. Porque te miro, me gusta mirar como gritas, suspiras, respiras, te mordés. Me besas las piernas porque es lo que tenes al alcance después de tanto entremezclado de extremidades. Las extremidades tienen papeles de participación. No son sólo las partes externas de nuestros órganos reproductivos! 
Me pasé (casi) diez años teniendo relaciones sexuales donde lo único que contaba era eso. La penetración, y cuando había ganas, un poco de beso. Si él acabo, tamos fritos. Porque de él salía la fuerza, porque su pene erecto era el que tomaba protagonismo en el acto sexual que ya me animo a denominar acto de penetración cuasi sexual. 
No estoy enojada, es que quiero gritarles para que despierten y empiecen a vivir su sexualidad con todo el cuerpo, sin límites de tiempo ni de erecciones. 

Sexo libre, amor puro sin ataduras. Ni él ni ella, ni dos ni tres. Prefiero hablar de Libertad. 

2 comentarios:

  1. No acabé de leerlo, llegué a la parte de "La herramienta...", es asombroso, y como dices, probar, intentar, lo que nos han quitado es eso.

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  2. Te invito a que lo termines cuando quieras! Me alegro que hayas sacado un buen consejo de lo escrito. Abrazos

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